La falta de respeto en política

Ayer me apareció una alerta en google. Alguien había hablado de mí e investigué. Me llevaron a un blog del PNV, que se llama Arabatik. El mismo, exponía cuatro personas que dejan ETB. Sin mas palabras ya decía suficiente. Pero no quiero entrar en eso, porque me parece perfecta su crítica (sin palabras) política. La cuestión, es si leen los comentarios de la gente.

Simplemente me he quedado alucinado. Hasta donde llega la falta de respeto, y lo que mas me preocupa, el odio.

Me recuerdan al PP de Acebes y Zaplana, cuando no aceptan una derrota. Me recuerdan al PP de Acebes y Zaplana cuando simplemente se creen mejores para gobernar, y esto no va de mejores o peores, porque en todos los partidos democráticos hay mucha gente preparada para gobernar, esto va del proyecto de país que se tenga, y bien se enfrente un proyecto a otro o bien se pongan en común ambos proyectos. Me recuerdan al PP de Acebes y Zaplana cuando movilizan a las bases para irradiarlas un odio sentimental, del que luego echan la culpa a los socialistas. Osea tu generas odio con tus palabras, y me acusas de generar odio con mis hechos en el gobierno, simplemente porque quien me insulta, no acepta que tenga legitimidad para gobernar de otra manera, y tu le zarandees para que piense así.

En fin. Triste favor le hacen a la convivencia entre vascos, los que no me reconocen como vasco. O los que piensan que soy un mal menor, que existe en Euskadi, pero no debe ser tenido en cuenta, o los que me faltan al respeto a mi sentimiento político, que es el socialista, diciendo cuatro o cinco soflamas sobre algo tan legítimo como un proyecto de país, de vida, de mundo. Triste favor le hacen a la convivencia en sociedad, los que simplemente me insultan por no ser nacionalista. Triste favor le hacen a Euskadi, porque no aceptan a Euskadi (tal y como es). Que Euskadi no es la Arcadia Feliz de instrumentos vascos y nekazaris (que también), que Euskadi también es la urbe, que también soy yo, y eres tu, y no se entiende sin los dos.

Se les llena la boca (a algunos, por supuesto) con su amor a la patria, y ni siquiera la conocen o no la quieren conocer. No conocen que yo (y tantos) estaré aquí, con una Euskadi dependiente o independiente, autonómica o federal, de tres, de siete, o de cuatro, o de dos provincias, porque este es mi sitio y este es mi lugar. Seguiré siendo socialista y socialdemócrata, con lo que sus valores implican. Seguiré teniendo un proyecto de país, que gustará mas o menos, como otros me gustan a mí mas o menos, pero no los condeno, (cuando implican democracia claro), no los insulto, no les quito legitimidad, no les quito valor… por el mero hecho de no ser el mío. Acepto su existencia y trabajo por entenderme con ellos. Trabajo porque lo que salga, no sea lo mio y cuando pierda lo tuyo, sino un tutum revolutun entre lo de los dos.

Perdonar que yo si que viva en una Arcadia Feliz, en una utopía. Pero frente al odio, yo vindico la Arcadia Feliz, el objetivo de la política en convivencia. No mas odio. El odio para los hipócritas, el odio para los narcisistas, el odio para los egoístas que prefieren lo mío antes que sea de todos, el odio para ellos.

Mañana sobre EITB.