Que no lo olvide nadie, que los héroes de verdad no querían serlo y sin embargo, los héroes de mentira, orgullosos, disparaban.
Que no lo olvide nadie, que se nos perseguía como perros por nuestra manera de pensar, que se nos inflingía miedo porque no eramos nacionalistas, que nuestros hijos tuvieron depresiones por vivir escoltados, que en muchos casos esto era simplemente por donde te había tocado trabajar.
Que no olvide nadie del "algo habrán hecho" o del "mejor mirar para otro lado", que no se olvide nadie de los funerales bajo la lluvia y la oscuridad, y de aquellas ventanas que se cerraban, que no se olvide nadie de quienes pactaban desde la democracia marginarnos a los sufridores, con una falta de ética sin parangón.
Que no se olvide nadie de la firmeza democrática, de lo que sirvió el "o bombas o votos". Que no se olvide nadie de Jose Luís Rodríguez Zapatero, de Alfredo Pérez Rubalcaba, Patxi López, Jesús Eguiguren Imaz y Rodolfo Ares entre muchos otros consiguieron presionar a los violentos hasta su final.
Que no olvide nadie la necesaria memoria de quienes nos dejaron. Que no olvide nadie que la desgracia nos arrebató a buena gente, pero nos permitió conquistar Mondragón, y decirles bien alto, a los violentos que llegaría su final, y a quienes usaban el terrorismo para hacer política, que jamás se atreviesen a volver a decir que los socialistas traicionábamos a los muertos.
Que no olvide nadie que han pasado tres años pero hay quien sigue sin aceptar un mínimo suelo ético que diga bien claro, aunque sea bajito, que perseguir, amedrentar, amenazar, pegar a sus hijos en la escuela, quemar coches, y matar, estuvo mal y no tenía que haber pasado ni puede volver a pasar.
Que nadie olvide, que conseguimos la libertad pero costó mucho. Que nadie olvide, yo no lo haré, que soy el primer Secretario General de JSE-Egaz de muchos, que jamás ha necesitado escolta y se lo debo a quienes lo dejaron todo, incluso la cabeza, por la libertad. Que todos los nuevos concejales/as que salgan después de estas elecciones, serán la primera generación de cargos públicos libres.
Que no se olvide nadie que hay que pasar página... Pero leyendo la página. El borrón y cuenta nueva solo lo pretenden quienes no pueden mirar atrás sin que la vergüenza les haga girar veloces la mirada.
Hace tres años, el ruido de las balas cesó, pero no se hizo el silencio. Seguimos diciendo: libertad.
Libertad ¿para qué? Para ser libres.
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