Son
dos años. Y que pronto uno se acostumbra a lo bueno. Qué riesgo tiene
eso para que nosotros mismos nos olvidemos lo que nos costó llegar hasta
aquí.
Dos años desde que las balas pasaron a ser silencio.
Balas que no eran solo muerte, asesinato y familias destrozadas, sino
que era mucho mas. Era miedo, era paralisis, era no ser, ni vivir con
normalidad porque uno, simplemente por su militancia o por su trabajo,
no sabia cuando alguien pondria su nombre en una diana.
Me
acuerdo dónde estaba en algunos asesinatos pero no logro recordar,
quizás porque me acostumbré tan pronto, dónde estaba en el final de ETA.
Sin embargo nunca olvidaré la sensación mía y la compartida por mucha
gente que ha sufrido mucho mas que yo en aquél día.
Mi historia
es muy pequeña. Pero yo he pasado miedo. Tan sencillo como eso. No era
un miedo inventado ni victimista. Es mas, durante mucho tiempo ni me di
cuenta cómo dejaba de salir inconscientemente por el Casco Viejo, como
me retiraba de sitios, como me asustaba excesivamente ante las bromas de
amigos, como llegué a mirar hacia atrás...
Me ha tocado
defender, y no me quejo, desde los 19 años al PSE-EE en la televisión,
mientras estudiaba en el campus de leioa. He recibido miradas, palabras e
insultos. He militado en las JS que fueron atacadas solo dos años antes
de afiliarme. Todo lo he hecho con orgullo y ha merecido la pena, a
pesar de darme cuenta que durante un tiempo lo que me ocurria era
"simplemente" miedo.
Es una historia muy pequeña pero merece la
pena ser contada. Porque las microhistorias pueden caer en el olvido,
pero lo que no puede olvidarse es el sufrimiento que muchos pasamos
simplemente por pensar diferente.
Nosotros no sentíamos que un Estado
nos oprimiese, simplemente viviamos oprimidos, no sentiamos que nos
persiguiesen, es que nos perseguian, no sentiamos vivir en un conflicto
por el que había que movilizarse, es que simplemente por la militancia
politica de intentar hacer algo por tu comunidad de vecinos te metia
directamente en un conflicto no politico sino amoral, carente de toda
etica, que atentaba contra quienes pensaban diferente simplemente por el
delito de hacerlo.
Es que lo que vivimos y merece ser
recordado no es solo las víctimas asesinadas que para mi serán héroes
siempre. Son también las microhistorias de sufrimiento, de vidas robadas
en vida. De normalidad secuestrada, de convertir lo anormal en un modo
de vida.
"Los autenticos heroes ha sido Concejales, Policias,
Jueces, fiscales periodistas, profesores, empresarios... Tanta gente
anónima. Esos son nuestros héroes, esos son los héroes de euskadi no los
que asesinaban y no lo que aplaudían a los asesinos. Esta gente es la
que ha construido la Euskadi de la libertad y a ellos tenemos que
reverenciar. La esperanza de hoy no nos la ha regalado nadie, nos la
hemos ganado a pulso" Patxi López.
Decía, no recuerdo exactamente dónde estaba ese 20 de octubre de 2011.
Pero si recuerdo cinco nombres que me vinieron a la cabeza (que
representaban a muchos mas), Jesus Eguiguren, Patxi Lopez, Rodolfo Ares,
Alfredo Perez Rubalcaba y Jose Luis Rodriguez Zapatero. Simplemente
gracias.
Gracias por algo tan sencillo, como que soy libre.
Como que estoy vivo. Como que soy el primer SG de JS Euskadi que no va
escoltado, por algo tan sencillo como que no tengo miedo. Gracias por
absolutamente todo.
Recuerdo también, donde estábamos los
socialistas vascos dos días después de ese 20 de octubre. Llorando a
lagrima viva, pero esta vez no habíamos perdido a nadie sino que
habíamos ganado la libertad. Viviendo el final de una pesadilla que
causo mucho sufrimiento, con la pena y el recuerdo de aquellos que no lo
han podido vivir porque nos los arrebataron. Estábamos aquí. Y
estábamos ya sin miedo.
Os recomiendo ver estos dos videos otra vez (sobre todo el segundo).
Me han vuelto a hacer llorar, pero me ha recordado que soy normal, por
fin soy normal porque soy libre.
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