28 de octubre de 2013

¿Qué hacías allí, Quiroga?


¿Qué hacías manifestándote ante un tribunal de Justicia?

¿Qué hacías representando al sector del PP Vasco de Mayor Oreja, Iturgaiz, María San Gil, o del PP más rancio como son Ignacio González, Ana Botella o Esperanza Aguirre?

¿Qué hacías ante un público que te llamaba traidora, a ti, amenazada por ETA durante toda tu actividad política?

¿Qué hacías ante un público que dice que el gobierno (este y el anterior) y la UE son cómplices de ETA? Cómplices. Llamadme loco, pero hay quien ha perdido la cabeza.

¿Qué hacías ante un público, entre ellas Consuelo Ordoñez que acusaba a PP y PSOE de ser responsables de la impunidad de ETA? Qué impunidad si están derrotados! Si no han conseguido nada!

¿Qué hacías ante un público pidiendo venganza?

¿Qué hacías dando pábulo y ayudando a que el “odio” natural pero individual se convierta en colectivo y por tanto sea mucho más difícil de sanar?


Te lo digo yo. Hacías, como en 2006, populismo del peor de los temas políticos: las víctimas del terrorismo. Usas su dolor como rédito político, y es la peor inmoralidad que hay en política.

En 2006 creasteis un monstruo (si, vosotros, el PP), usando todos los medios de comunicación a vuestro alcance para colocar el proceso de paz en el foco de la tensión política española.

ETA volvió a matar y fue su responsabilidad. Pero desde el PP inutilizasteis todas las maniobras que un Gobierno puede hacer en su política antiterrorista en tiempos de final del terrorismo. Maniobras, por cierto, legales, que no suponían ninguna cesión, y que se habían probado en otros finales de violencia para acelerarla y que no hubiera marcha atrás.

No había marcha atrás, pero el periodo se llevaría otras víctimas por delante. Entre ellas, el socialista Isaías Carrasco, que se os suele olvidar. Que habláis de traidores, cesiones, complicidades (no sólo lo dicen las víctimas hoy, lo dijo el PP de su boca en aquel entonces) como si esto no fuera con nosotros y nosotras. En su mismo lecho de muerte, Patxi López le exigió a Rajoy a gritos que fuese la última vez que un popular utilizaba a las víctimas en contra de los socialistas. La última vez que llamaba a un solo socialista traidor, cómplice o responsable (lo hizo en privado, pero María San Gil se encargó de hacerlo público pensando que sacaría algún rédito más).

Quien hoy asegura que la sentencia del TEDH estaba firmada por Zapatero y ETA, no está en desiertos lejanos, no está en plumas cargadas de odio innato. Están pagadas, creadas y promocionadas por lo más rancio del PP. Que hoy os llamen traidores es vuestra responsabilidad. Bienvenidos al club.

Rajoy es y será para siempre cómplice, junto con Acebes y Zaplana, de la mayor inmoralidad de oposición de la historia de España. Pero entonces llegó Basagoiti y el PP Vasco cambió. Por eso te digo, qué hacías tú allí. ¿Era falso ese cambio? ¿Ha involucionado el PP vasco contigo?

Las víctimas tienen legitimidad para pedir lo que quieran. Hasta la pena de muerte, porque el odio que no pidieron tener, lo hace incluso entendible.

Pero los “responsables” políticos, son libres, y responsables o irresponsables de usar ese dolor para beneficio partidista y en contra de la convivencia, o no usarlo. Uno es responsable cuando no utiliza el dolor de las víctimas, cuando se abstrae de sus sentimientos naturales que claman venganza desde las tripas, y aplica la política y el relato que merece toda víctima que no pidió serlo: que es que haya memoria, verdad y justicia.

Pero la justicia, demócratas de mi alma, la deciden los tribunales. Gracias al cielo. Porque con demócratas como vosotros y vosotras, que nos pillen confesados, el día que haya un mundo sin reglas.

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Perfil

Bilbao, Vizcaya, Spain
Soy Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas y tengo estudios de Periodismo. He hecho teatro amateur 10 años. He grabado algunos cortos. Soy Formador en Comunicación. He sido tertuliano de la SER, Onda Vasca, Telebilbao y ETB. Escribo, leo, veo cine... Como se ve, mi vida tiene bastante que ver con la comunicación. Estoy dispuesto a abrirme al mundo. ¿Está el mundo preparado para recibirme a mi?