11 de abril de 2013

Frente a los escrache, pedagogía, no violencia verbal


Reconozco que me costó formarme una opinión sobre los escrache. Comprendan que a un vasco, hablarle de “acoso al político” le hace temblar.

Pero claro, ya no estamos hablando como hace unos años, que desahuciaban a quienes se habían metido en una hipoteca que estaba claro que no iban a poder pagar. Estamos hablando que ahora se desahucia hasta por 7.000 míseros euros de deuda. 150 desahucios al día en 2012, es una auténtica barbaridad.

Antes no había escrache, porque claro, la mayoría acepta que nadie, ni políticos ni ciudadanos no políticos vimos el problema. Pero ahora nos exigen soluciones, y claro, cuando hay varias soluciones encima de la mesa y el gobierno del PP las rechaza todas, pues es complicado de digerir. Por lo que es verdad, que hasta cierto punto, aun estando de entrada en contra del acoso a políticos, se puede llegar a entender que mucha gente quiera perseguir, hasta su casa si hace falta, a quien atribuye responsabilidad sobre sus graves problemas. Digo que puede ser entendible, no que lo esté justificando.

Pero aun con todas, estoy relativamente en contra de los escrache por tres  razones fundamentalmente: la primera porque el hecho de que se esté haciendo sólo a políticos, y no a banqueros, me hace pensar que quien mueve los hilos no es de fiar. Segundo, porque la intimidad del hogar es inalienable, no por y para el político, sino por y para sus hijos, pareja, vecinos, padres… , tercero, porque quien decide qué es escracheable y qué no lo es? Es escracheable el acoso a políticos de izquierdas por parte de asociaciones eclesiásticas por “atentar contra el derecho a la vida” en virtud de su legislación pro-aborto? ¿Dónde está el límite? 

Pero sobre todo si de algo estoy radicalmente en contra, es de la actitud del gobierno que vía argumentario, a adoctrinado a sus miembros en relacionar los escraches con la violencia, e incluso con ETA. Oiga, como diría el presentador aquel… “ETA tu PM…”

Un poquito más de responsabilidad. No podemos decir simplemente a los escraches que son antidemocráticos como hace el gobierno.  Lo que hay que hacer, es mucha pedagogía con esto. A la gente hay que decirle que puede llegar a ser entendible, pero que no se nos puede ir de las manos porque es el inicio de un mundo mucho más oscuro. Al perseguir para presionar legítimamente a un electo, un pequeño grupo le puede seguir con el intimidar, y de ahí otro grupo más pequeño todavía al agredir: y como llegue el primer tortazo a un cargo público o el primer porrazo a un ciudadano, ya está la mecha prendida del estallido social

Y claro, no estoy siendo alarmista, ni niego que sea mucho peor determinados desahucios frente a un escrache. Lo que si digo, es que la posibilidad de algo real en forma de enfrentamiento que se nos vaya de las manos, no se si será mas real o no, pero desde luego si es verdad que hay que hacer lo posible por evitarlo. Y para eso pedagogía, sentido común, pero sobre todo saber que hay alternativas.

Por eso creo profundamente en esta estrategia, en la que el argumento no simplemente decir: “eso es antidemocrático”, porque además cuando la gente lo está pasando tan mal y le estás dando a elegir entre “democracia” o “escrache” no es el problema que lleguen a la conclusión de que prefieren el escrache, sino de que prefieran la no democracia porque no les representa. Por tanto cuidado.

Los ciudadanos tienen derecho, aunque en ocasiones sea muy ingrato, a exigirnos en nuestras sedes, en las instituciones, a través de internet de manera casi acosadora a los políticos, mucho más si son cargos públicos, faltaría más.  Pero quizás mejor si la protesta y el acoso se quedara ahí, en la presión en nuestros centros de trabajo, que en la casa de nuestros hijos o padres.

3 comentarios:

Cristina López Muñoz dijo...

Muy buena reflexión, muy delicada y hasta entrañable, pero yo me pregunto ¿cómo se llaman las cartas que llegan a las casa de familias con hijos reiterándoles una y otra vez plazos impagables, fechas de desalojo, cartas del banco, del ministerio, del juzgado?, sin duda no es un escrache, es una TRAGEDIA. Lo que no se va a hacer es una protesta donde no transcienda, donde no moleste, donde se diluya...¿en las sedes a quién los militantes de base que demasiado hacen?, ?y si proponemos los escrchaes en un descampado habilitado para tal fin?

Cristina López Muñoz dijo...

Muy buena reflexión, muy delicada y hasta entrañable, pero yo me pregunto ¿cómo se llaman las cartas que llegan a las casa de familias con hijos reiterándoles una y otra vez plazos impagables, fechas de desalojo, cartas del banco, del ministerio, del juzgado?, sin duda no es un escrache, es una TRAGEDIA. Lo que no se va a hacer es una protesta donde no transcienda, donde no moleste, donde se diluya...¿en las sedes a quién los militantes de base que demasiado hacen?, ?y si proponemos los escrchaes en un descampado habilitado para tal fin?

Estíbaliz Canto dijo...

Yo todavía no tengo una opinión clara sobre este tema, la verdad.

Me parece muy acertado el tercer párrafo. Responde muy bien a las falacias que nos llegan desde la derecha ¡Esto cuando gobernaba el PSOE no lo hacía la PAH!

Comparto muchos puntos de la reflexión, pero no la conclusión, para mi el escrache es legítimo. Siempre y cuando no implique violencia. Aunque tengo que darte la razón en que todo parece que va a derivar en algo que no queremos ni ver en pintura.

Creo que el por qué no se hace a los banqueros y si a los diputados del PP es porque solo se escrachea a aquellos que van a votar en contra de la ley y creo que los banqueros no hacen las leyes. Bueno, eso se supone xD

Yo creo que se ha polarizado demasiado. El PP ha establecido un "falso dilema" "o democracia o escrache" y no hay que caer en eso ni hacer elegir a la gente. La democracia no está amenazada, desde mi punto de vista, porque la democracia pertenece al pueblo, no a sus representantes, estos, detentan el poder delegado del pueblo.

Aparte, hay que hacer una lectura... ¿Por qué la gente no va a gritar a las sedes y sí a las casas?

Creo que es por la desafección política, la gente no cree que el PP, como partido, vaya a escuchar a nadie ni hacer caso. A mi me gusta pensar que intentan apelar a los sentimientos humanos de cada uno.


Por otro lado, no puedo dejar de pensar en que nos preocupan los hijos de aquellos que aprietan semana tras semana el botón que cercena nuestros derechos, en que nos preocupa su intimidad y ya saltamos a defender la democracia como si nos diera miedo. La democracia pertenece al pueblo y si el pueblo decide que sus políticos lo están haciendo mal, creo que el pueblo tiene derecho a decírselo. Y si no escucha a gritárselo. Desde mi punto de vista. Y cuando el pueblo ve que su única vía es cada 4 años y esta se queda corta, yo veo bien que se rebele contra esa situación.


Creo que se está perdiendo el foco, de verdad. No es tan grave que le recuerden a un político las consecuencias de que vote si o vote no. Sea lo que sea.

Será que me pongo triste. Porque veo que preocupan mas los diputados del PP que todos los desahuciados injustamente, con sus hijos, que todos esos abuelos que mantienen familias y que reciben a sus hijos desahuciados. En fin, no sé que pensar sobre eso.

Me gusta tu reflexión porque hace pensar y meditar. Lo fácil es decir "fuera escrache" o "escrache si, a muerte" Lo dificil es pensar, meditar y argumentar una opinión clara y coherente.

Yo todavía no puedo dar una opinión clara y coherente (es un tema que me genera mucha simpatía y alguna que otra suspicacia preocupante). Tendré que seguir informándome y leyendo escritos sobre los escraches.

Un saludo!

P.D sé que esto no es una reflexión ni nada parecido, pero es que me parece un tema muy interesante.

Perfil

Bilbao, Vizcaya, Spain
Soy Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas y tengo estudios de Periodismo. He hecho teatro amateur 10 años. He grabado algunos cortos. Soy Formador en Comunicación. He sido tertuliano de la SER, Onda Vasca, Telebilbao y ETB. Escribo, leo, veo cine... Como se ve, mi vida tiene bastante que ver con la comunicación. Estoy dispuesto a abrirme al mundo. ¿Está el mundo preparado para recibirme a mi?