Esta vez no hay videos. Por si a alguien le interesa, este es el discurso que utilicé en el Congreso del PSE-EE de Bizkaia, y el 80% de cuyo contenido fue también mi discurso en Congreso de Gipuzkoa.
Egunon guztioi. Gracias compañeros y compañeras.
Quiero comenzar destacando que me enorgullezco de un partido al que no ha habido que llorarle el hablar, sino que ha contado con nosotros, que nos siente parte, que nos escucha y que nos trata de igual a igual, como compañeros que somos.
Es verdad que estamos siendo observados con lupa. Y es verdad que Bea Talegón ha dejado el listón muy alto, sobre todo para los que ahora tomamos la voz como jóvenes.
Que nadie piense que os voy a criticar por el lugar que hemos elegido los socialistas. Por cierto, la universidad pública.
Pero que nadie se equivoque, Bea no hablaba de que desde hoteles no se hace la revolución. hablaba que desde ese hotel no se hacía, Bea no hablaba de que todos los socialistas no hagan caso a juventudes, hablaba de los que no hacen caso, que los hay. y parece que no es el caso, verdad? Bea señalaba, pero señalaba bien.
Pero si tenía razón en una cosa que nos incluía también a los socialistas vascos, y por lo que los socialistas vascos hemos hecho autocrítica. Y es que no lo vimos venir. Y nos pedía decirlo con humildad, no lo vimos venir.
Pero lo socialistas vascos somos los primeros que nos hemos dado cuenta de esto. Somos los primeros que empezamos a aplicar austeridad en el gasto si, pero políticas de crecimiento también y sobre todo.
Los primeros en decir que había líneas rojas, que precisamente por ser rojas nunca íbamos a traspasar en nuestra acción de gobierno,
Por eso somos los que tenemos más legitimidad. No somos iluminados de última hora, ni partidos que han jugado al partidismo con la crisis.
Y como socialistas, debemos revelarnos ante los excesos del capitalismo desigual, inhumano e injusto. El capitalismo financiero que crea dinero del dinero y se olvida de la productividad y de la persona.
Si los socialistas de todo el mundo nos juntamos, somos imparables. Imparables ante la injusticia, imparables ante el capitalismo inhumano, imparables ante la socialización de las pérdidas pero la privatización de las ganancias, imparables ante la defensa de la igualdad, imparables ante la minoría poderosa.
Como bien escuché una vez a un amigo mío:
"En noviembre de 2008 ante la caida de leman brother sarkizy anunció la refundación del capitalismo y con ello nos ganó la primera mano. No fuera que alguien pensase que no bastaba solo con eso y que hacía falta algo más.
Los que crearon el problema con sus mismas reglas, nos plantaron las soluciones también con sus reglas. Basta algo de maquillaje, un año de políticas expansivas, fin de paraísos fiscales pero era un espejismo.
Y así la refundación del capitalismo pasa por volver a lo de antes, a las reglas de entonces a los privilegios de entonces, pero dejando aparcados decenas de derechos por el camino.
Ese pacto que se fundió tras la segunda guerra mundial libertad de mercado a cambio de sociedad del bienestar se rompe por el eslabón más débil ante la confusión y al indignación de los ciudadanos".
Que les quieren convencer que el problema no es el libre mercado, sino los partidos políticos y por tanto la quintaesencia de la democracia. Cuidado.
Vindiquemos la política sin prejuicios. La política como solución y no como problema. El arte de la política en boca de un joven, portavoz de muchos jóvenes que se la creen como elemento o herramienta de transformación.
La política con mayúsculas, no cualquier política, igual que quiero políticos con mayúsculas, pero no cualquier político es un político con mayúsculas. La política que transforma, la política que arriesga, la política que piensa en lo mejor para la convivencia, el desarrollo personal y colectivo de una sociedad mejor, la política que se reinventa, la política que es sinónimo de solución y no de problema.
Y hoy estamos aquí los que creemos en la política con mayúsculas.
- La política que construyó un sistema de educación o de salud público y de calidad,
- la política que legalizó el matrimonio homosexual,
- la política que le dijo a los maltratadores que íbamos a por ellos, y a la mujer no sólo que la protegeríamos del machismo, sino que además garantizaríamos su igualdad
- la política que dejó claro que de las crisis se salía todos juntos sin dejar a nadie atrás.
- La política que amplía fronteras, no que las cierra,
- la política que es sinónimo de humanismo y de lo colectivo, no del egoísmo y el individualismo.
- La política con mayúsculas que consigue decirle al violento nunca más y consigue la paz y la libertad para siempre en este país.
Esa es la política que venimos a reivindicar aquí, a la vez que decimos a la ciudadanía con claridad que en este camino, nos equivocaremos una y mil veces, que lo hemos hecho y lo volveremos a hacer, pero con humildad les diremos también, que la gente no tiene otra cosa para luchar por la igualdad de oportunidades, por la justicia social, por la solidaridad, por la paz, la convivencia, la sostenibilidad, que al partido socialista.
Porque todo esto compañeras y compañeros, todo esto es po-li-ti-ca. Y sabeis qué? Es también partido socialista.
Lo creo ante la indignación. Pero yo como político no me indigno, y si me indigno como ciudadano, además de indignarme, me implico y entonces me convierto en político sin prejuicio alguno. Tomo partido, me muevo, opino. Y alguno sabe bien que no me callo, que a pesao no me gana nadie, en público pero sobre todo en privado.
Estamos en un momento crítico, en el que tan importante es serlo como parecerlo. Pero hay que empezar a hablarle a con claridad y sin prejuicios propios a la gente. Decirle muy claro que no les engañen que el problema no es la política el problema son algunas políticas. Que el problema no es el sistema, el problema es algunas gestiones en el sistema.
- Que no se puede no querer políticos profesionales pero que luego estos a su vez no puedan trabajar en empresas privadas porque huele raro.
- Que no pueden preferir tecnócratas pero que luego piensen en las personas en vez de en la cuenta de resultados.
- Que no pueden querer que se cobre cada vez menos en la política, pero sin embargo tener a los mejores.
- Que no se puede querer que se renueven todos a la vez, y sin embargo querer experiencia.
Sin embargo hay muchas cosas que si que se pueden hacer. Pero sin tener tabús, hablando claro y vindicando la política.
Termino ya. Tenemos que reimpulsar el Partido como herramienta mucho más de lo que ya lo era. O mejor dicho, además de ser una herramienta, debemos realizar acciones que lo hagan parecer mucho más una herramienta.
Hagamos esfuerzos por convertirnos en más que una organización política, en una corriente con varios pilares que funcionan, que se encuentran y se desencuentran, pero que cada una trabaja por sus objetivos de movilización y de acción social, para que el socialismo sea, como de hecho es, además de una organización política, una forma de ser, de vivir y de sentir la vida.
Convertir al PSE-EE en un partido que además de ser útil, dinámico y transversal, parezca y ejerza de partido útil dinámico y transversal, en el que la jerarquía no esté reñida con la horizontalidad.
Vuestros jóvenes no os criticamos: os provocamos. Vuestros jóvenes no os decimos “lo estáis haciendo mal” porque sería injusto con todo lo que hemos hecho a lo largo de nuestra historia.
Pero os decimos que tenéis la fórmula, que la tocáis con la punta de vuestros dedos: ponerla en marcha! MOVEOS! Compañeras y compañeros.
En nuestra mano está, en la de todos, no sólo en la de la ejecutiva nueva que entre, sino en la de cada agrupación y cada militante, tener un partido que comparte, que colabora, que cogestiona. Colaboremos entre todos y todas, seamos, mediante sinergias, un equipo y no un grupo.
Veamos los problemas como una oportunidad. Los resultados están ahí, los de ahora si, no muy buenos, pero los del año 2009 también. Si lo tenemos claro, si lo llevamos a cabo, este partido no tiene límites.
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