11 de octubre de 2010

"Añorando Lizarra otra vez" artículo opinión de Txiki Benegas en El Correo. Los suscribo 100%:

Escribo alarmado después de leer unas declaraciones en el acto de presentación de Batu Gaitezen (Unámonos) de Markel Olano: «Estamos en un momento parejo a Lizarra de colaboración entre abertzales». Sinceramente pienso, y a la vez me duele, que el PNV puede tener alguna añoranza por Lizarra, un acuerdo que tuvo un alto coste para la democracia y para el propio PNV. Este partido optó inexplicablemente por un frente abertzale tutelado por ETA, eso fue Lizarra. Abruptamente, sin saber exactamente por qué, los tutores rompieron aquel acuerdo y pusieron en marcha su maquinaria infernal de muerte. Fue una etapa muy dura para los demócratas y desde luego para los socialistas vascos.

Markel Olano debería ser consciente de que, en lo que a los socialistas nos afecta, roto el llamado Pacto de Lizarra, fueron asesinados Fernando Buesa, José Luis López de la Calle, Juan María Jáuregui , Ernest Lluch, Froilán Elespe, Juan Priede y más adelante Joseba Pagazaurtundúa e Isaías Carrasco, vascos todos ellos como el que más. En la sociedad vasca, después de lo que hemos vivido, hay una cierta incapacidad por parte de determinados sectores del nacionalismo para asumir el sufrimiento y el dolor que una parte de los vascos hemos padecido como consecuencia de la persecución de ETA. Parece como si el no ser objetivo de la banda impidiese también entender que la democracia no ha sido plena para un sector importante de la sociedad vasca. El post Lizarra fue tremendo.
 
Me quedo perplejo también cuando veo que el PNV secunda una manifestación 'por las libertades civiles y los derechos humanos', en la que entre otras lindezas, además de gritos de apoyo a ETA, se acusa a los socialistas y al PP de «bloquear el proceso de paz». Estamos ante una esquizofrenia total. Las víctimas somos los culpables, al parecer, de que no avance el llamado 'proceso de paz'. Tenemos que mover ficha los que no hemos hecho más que combatir por la libertad, enterrar a los compañeros asesinados y acompañar en su dolor al resto de las víctimas del terrorismo. Hemos intentado la vía del diálogo hasta la saciedad, comprobando una y otra vez de forma dramática, incluso para los que la defendimos, que no es posible porque no se busca un final de la violencia sino que se pretende, bajo la idea de la existencia de un 'conflicto', utilizar la paz para imponer un proyecto minoritario que ha sido defendido con violencia, y que un Estado democrático no puede aceptar.
 
Creía que íbamos por el buen camino cuando todos los partidos democráticos hemos coincidido en considerar insuficientes las declaraciones de Batasuna y los comunicados de ETA, y en exigir a ésta su disolución. ¿Cuál es la ficha que hay que mover? ¿La legalización de Batasuna sin un claro compromiso de rechazo de la violencia? Todavía recordamos a la alcaldesa de Mondragón (ANV), incapaz de condenar el asesinato de un ex concejal de su municipio, Isaías Carrasco. ¿Reabrir un proceso de diálogo con ETA sin que haya abandonado definitivamente las armas? No creo que sea correcto exigir al Estado democrático que reinicie caminos inseguros y ya probados en relación con el objetivo de acabar con la violencia en la sociedad vasca. ¿Cuál es entonces el bloqueo que se nos imputa?
 
La presión sobre Batasuna, en la dirección de que sin violencia de ETA o rechazándola se podrán incorporar a la legalidad democrática, creo que es el camino correcto y además parece que coincide con la propia voluntad de Batasuna. Lo que ocurre es que ETA no da el paso definitivo hacia su final, como hizo el IRA -aquí se produce el bloqueo-, ni Batasuna acaba de distanciarse definitivamente de ETA. En ésas estamos. 

Creo que íbamos bien hasta que llegó la confusión del fin de semana del 2 de octubre. Aunemos esfuerzos en el objetivo compartido, que no es otro que conseguir el final de ETA.
 
Un escenario sin violencia nos permitirá a todos los vascos vivir una democracia plena, en la que todas las opciones puedan ser defendidas y las mayorías sociales se valoren, no por interpretaciones subjetivas como habitualmente se hace, sino por el apoyo obtenido en las urnas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Alain, yo me quedo perplejo de que tú te quedes perplejo. Hay poca gente que se haya atrevido y logrado explicar racionalmente lo que este país es y las particularidades sociales de él. Pero internamente, en nuestra propia alma, todos entendemos lo que significa el hecho de que los perseguidos sean los culpables de que la violencia no desaparezca, al decir de los nacionalistas.

Cuando ETA mató a Isaías Carrasco, dijo Iñigo Urkullu: "Isaías era uno de los nuestros". Me llamó muchísimo la atención esa frase, porque va en contra de la propia esencia del nacionalismo. Al menos, del nacionalismo etnicista que va desde el ala más radical del PNV hasta el terrorismo de ETA. Y esta esencia significa ni más ni menos que, para ellos, los no nacionalistas no son vascos. No son vascos puros, son "vascoespañoles", inmigrantes, no asimilados o, sencillamente, "alemanes en Mallorca"

Es un ánimo terriblemente reaccionario que no ha variado nada desde que los hermanos Arana lo inventaran. En su día, por prestigio del RH negativo o de los apellidos. Hoy, por una cuestión identitaria o ideológica. El pacto de Lizarra es FASCISMO. Así de claro. Y el PSE-EE debe oponerse a eso con toda su fuerza, que no es poca, a pesar de lo que los egitxus de la red pretenden hacer ver: tenéis -tenemos- la fuerza de las ciudades contra el oscurantismo del ruralismo tradicionalista. El nacionalismo (y mucho más el ultranacionalismo tan jaleado en los últimos años) es un enemigo.

Eso pienso.

Por cierto, Alain, una pregunta. Una pregunta tonta, pero yo te la dejo: ¿tienes novia?

Alain Coloma dijo...

Bueno Iñigo, en mi opinión, enemigo es sólo el que mata. El que piensa diferente a mi y además se lo juega en las urnas, es un adversario político, nada más.

Otra cosa es que claro, a quien no le matan a prácticamente nadie, y contra quien ideológicamente nada va, tengan algunas idas y venidas de las que tengas que tragar sapos y culebras.

El PNV, la "desgracia" que tiene, es que representa a muchos mundos dentro de Euskadi. A una parte del rural, a otra parte del financiero....una parte del nacionalismo mas cerrado, otra parte del más abierto.... por eso habitualmente toman la decisión más fácil, y en el fondo la menos dañina para Euskadi, que es la ambiguedad.

El problema es que a veces no son ambiguos, y lo mismo te presentan algo light (comparado con Lizarra) como es el Plan Ibarretxe, como te montan un Lizarra.

Lizarra fue un error y yo lo he hablado con muchos nacionalistas y te lo dicen ellos (vicaínos, claro). Fue un error estratégico en primer lugar, por que se la metieron doblada al PNV. Fue un error de cálculo, porque aun saliendo bien, el único objetivo de los líderes de batasuna que creían en ello, era desbancarles del poder, y fue un error humanitario, porque mientras la gente moría mucho más que ahora (aunque ya menos que antes) estaban haciendo un pacto con el grupo político de esa banda terrorista.

Eso es algo muy dificil de perdonar y bueno, por la paz un ave maría. Pero luego duele, cuando desde el nacionalismo que todo lo deja (porque el PNV es la corrección, pero alienta a muchas personas a que diga por su boquita lo que les de la gana, dejando el nivel democrático y de respeto al diferente muy bajito), te ponen a parir a tocateja. Y tienes que aguantar oírles o leerles en internet, con la mayor insensibilidad del mundo, lo que dice el propio Txema en su artículo: que nosotros somos los culpables del parón. ¿donde hay que firmar la paz? la firmamos mañana! Ahora bien, en la paz no entra que nos rindamos nosotros, y menos si cabe cuando están organizativamente muertos, han perdido y lo saben....

Buf, esto da para mucho, me voy a dormir.


A la pregunta tonta, la respuesta es si. Pero tampoco viene mucho a cuento ;)

saludos

Anónimo dijo...

Efectivamente, era una pregunta muy tonta. Y más tonto yo, todavía.

Un saludo!

Perfil

Bilbao, Vizcaya, Spain
Soy Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas y tengo estudios de Periodismo. He hecho teatro amateur 10 años. He grabado algunos cortos. Soy Formador en Comunicación. He sido tertuliano de la SER, Onda Vasca, Telebilbao y ETB. Escribo, leo, veo cine... Como se ve, mi vida tiene bastante que ver con la comunicación. Estoy dispuesto a abrirme al mundo. ¿Está el mundo preparado para recibirme a mi?