Siempre me ha gustado el Valencia. Quizás porque a mi no me gustaban los delanteros, sino los porteros, y Zubizarreta y Cañizares han sido mis porteros favoritos. Y el Valencia, como segundo equipo favorito, me ha dado tantas alegrías, como lágrimas (aquellas dos Copas de Europa perdidas). No obstante, es obvio que sus dirigentes hace tiempo que perdieron el rumbo, y cual marejada, con viento de Levante (nunca mejor dicho) han provocado muchos y muchos errores seguidos hasta llegar a la situación actual.
Y cuando peor lo he pasado, ha sido con la decepción de Koeman como entrenador y como persona. Como aficionado, lo que Koeman ha hecho con Albelda (y como fan) con Cañizares, ha sido bochornoso. No puede ser, por mucho que consdieres que hay que hacer cambios, humillar a dos profesionales que lo han dado todo por el Valencia y que hasta entonces eran parte de los 20 de la selección. Y se ha visto que no puede ser, porque la presión psicológica a la que ha sometido a compañeros y trabajadores, ha sido tal que no han levantado cabeza. Mientras se cesó al anterior entrenador porque el equipo no luchaba ni por la liga ni por la champions, se fichó a Koeman y este solo ha logrado luchar... por no descender! Vaya cambio, y se fusila a dos jugadores de por medio...
Así pues, ya pueden imaginar, la inmensa alegría que me provocó que fuese justo el Athletic, mi equipo, quien hiciera destituir tras un bochornoso 5-1 al señor Koeman, que va a ser lo mejor para el Valencia, mi otro equipo.
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