Hoy
el PNV registra la propuesta de comisión para la mejora del autogobierno. Y
creo que se puede realizar un decálogo de consideraciones:
1.-
Es difícil ponerse de acuerdo, pero no imposible: el objetivo es tener el mismo
consenso o mayor que lo que supuso el Estatuto de Gernika. Lo dice el propio
PNV (los y las socialistas llevamos años diciéndolo). Entiendo por sus palabras
que planteamientos pasados, Lizarra, Plan Ibarretxe I y II están fuera de su
planteamiento. Eso lo convierte en posible.
2.-
Es difícil, porque aunque los vascos tenemos fama de ser muy tolerantes con la
gente que nos visita, hemos sido en demasiadas ocasiones, intolerantes y
prejuiciosos entre nosotras y nosotros. Pero no es imposible, si compartimos
objetivos comunes, vivir mejor, no es imposible.
3.-
Es difícil ponerse de acuerdo, principalmente porque hay partidos que queremos
respetar la constitución aunque cambiándola primero para mejorarla, otros
partidos no quieren cambiarla, y otros directamente no quieren tener la
constitución como referencia. Sería importante que los cuatro partidos
mayoritarios hiciesen un acuerdo de convivencia. Sería importante que si
queremos convertir la convivencia en ley, asumiésemos que hay que respetar todo
el entramado de leyes.
4.-
Es difícil porque llevamos años enfrentándonos con el lenguaje. No nos ponemos
de acuerdo ni en nuestro nombre, hemos cultivado palabras enfrentadas que ahora
se convierten en tabú: conflicto, autogobierno, autodeterminación, decidir,
terrorismo, democracia… pero no imposible, porque es el tiempo de un lenguaje
común, incluso nuevo, que nazca sin prejuicios, aunque no olvide lo ocurrido.
Pasemos página, pero leyendo las páginas anteriores.
5.-
Es difícil ponerse de acuerdo, pero no imposible: Los y las socialistas, por
nuestra parte, estamos abiertos al dialogo en la mejora del autogobierno.
Siempre lo hemos estado. El autogobierno como sinónimo de mejora de la calidad
de vida de la ciudadanía para el desarrollo de su propia vida. Proyectos de
mejora de nuestro estatus, que no dividan, que no enfrenten, que no pongan una
identidad sobre otra sino reconozcan Euskadi tal y como es: heterogénea,
multiidentitaria, multicultural, en la que todos y todas podemos convivir.
6.-
Es difícil, pero no imposible. El objetivo es más convivencia, renovar el pacto
por el que nos constituimos en sociedad, no hace 500 años, ni 125, ni 30, sino
ahora mismo, en este instante.
7.-
Es difícil si no hay claridad. Pero no imposible. Procuremos los partidos ser claros en cuál es
nuestro mínimo. Pero mínimos importantes de verdad, de los que afectan a la
mejora de la calidad de vida.
8.-
Es difícil si no somos laxos en nuestros planteamientos. El todo o nada sólo
llevará a la ausencia de acuerdos. Pero no imposible, procuremos ceder en pos
de ese acuerdo entre cuatro partidos.
9.-
Es difícil, por lo que ha ocurrido en Euskadi en los últimos años con la
dictadura del terror y todas sus consecuencias. Pero no es imposible. Imaginaos
un pacto tan amplio cómo afectará no sólo a los que hemos vivido el conflicto
violento, sino a generaciones venideras, las posibilidades que se le presentan,
de vivir en una Euskadi más unida, con más convivencia y con mayor dificultad
para repetir errores del pasado.
10.-
Es difícil pero, imaginaos por un instante… ¿y si lo conseguimos?
P.D.-
Ahora bien, no valen trampas. No vale empezar a decir que el PSE-EE quiere
vetos, que no cree en la mejora del autogobierno, que no cree en la ponencia,
cuando demos una opinión que no guste, cuando digamos que si la unión de
nacionalistas pretende hacer mayorías en la ponencia, no vayan a contar con
nosotros.
Porque
no hay mayor imposición que la que pretenda cargarnos de silencio. Porque no
habría mayor trampa y mayor mentira, que pretender un consenso igual de amplio
que el del 78, pero luego pretender una mayoría simple de dos partidos en los
acuerdos en ponencia (para que no se note). Los y las socialistas mantendremos
nuestros principios en esa ponencia, estoy seguro de ello. Flexibles,
constructivos, con el objetivo claro. Pero contundentes, sin prejuicios. Si
queremos un acuerdo entre todos, tendrá que ser el resultado de todas y de
todos, nacido de los principios de todas y todos. Es difícil, si. Pero no
imposible.
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