15 de noviembre de 2010

Entiendo la postura del Gobierno de España con Marruecos. La que no entiendo es la del PSOE, y no, no es una contradicción:

Puedo llegar a entender la postura del Gobierno de España con Marruecos. Me da rabia que no lo expliquen claramente:

  1. La política internacional es muy difícil y hay que tragar muchos sapos y culebras
  2. Marruecos controla (o no, si no quiere) toda la frontera por la que vienen infinidad de inmigrantes ilegales que se juegan la vida
  3. Marruecos está tranquila con Ceuta y Melilla, que tiene tanto derecho a reclamarlas como nosotros Gibraltar (para mi ninguno, claro, pero el derecho es el mismo)
  4. Y más importante, Marruecos controla el paso de Gas desde (creo) Argelia. La pregunta es ¿estamos dispuestos a vivir sin gas o a comprarlo más caro a Rusia?
Esto hace que España, ni con Aznar, ni con Zapatero, decida no meterse ni presionar mucho en el tema de la autonomía de el Sahara. Un conflicto del que España, como Estado es responsable, pero como régimen no (la culpa fue del régimen franquista).

Pero hay líneas rojas que no se pueden sobrepasar. Y una de ellas es el posible genocidio. Otra de ellas es que hoy Marruecos se haya vuelto lo mismo que Corea del Norte, un régimen cerrado, tan cerrado, que me da miedo.

Y ahí aparece el Partido Socialista, que tiene que denunciarlo, estar por encima del gobierno y tiene que desaparecer el partido que es sumiso a las decisiones que toma el gobierno por obligación. Gobernar obliga a tomar decisiones que a veces no se quiere, pero un partido político puede estar por encima de eso, por mucho que coincidan partido y gobierno.

No hay comentarios:

Perfil

Bilbao, Vizcaya, Spain
Soy Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas y tengo estudios de Periodismo. He hecho teatro amateur 10 años. He grabado algunos cortos. Soy Formador en Comunicación. He sido tertuliano de la SER, Onda Vasca, Telebilbao y ETB. Escribo, leo, veo cine... Como se ve, mi vida tiene bastante que ver con la comunicación. Estoy dispuesto a abrirme al mundo. ¿Está el mundo preparado para recibirme a mi?