Ayer nos amanecíamos con la noticia de que el Gobierno de Ibarretxe dio tres millones de euros a la Fundación Sabino Arana por la conservación de unos documentos pertenecientes al primer Gobierno Vasco.
Lo que más llama la atención en la noticia (y eso que no es lo más importante) es la celeridad inusual que se llevó acabo en un proceso que, generalmente tarda el triple: todo se acelera el día que PSE y PP firman su pacto. El dinero se concede días antes del cambio de gobierno. Y para más narices, el traspaso de dinero se realiza el mismo día de la investidura del nuevo lehendakari.
Urkullu puede decir lo de la transparencia las veces que quiera, lo del servicio a la patria, pero me reconocerán que, la celeridad, llama la atención. Insisto, no es lo peor del tema.
Y no es lo peor, puesto que la celeridad es sólo una anécdota. A mi me preocupa más por ejemplo, que de los 3 millones que se dieron, en el desglose de dinero, aparezcan 2,5 millones en concepto de sueldos y el resto para la conservación real de los documentos.
Se supone que es por los servicios prestados, y puede que, en efecto, haya habido todo ese montante de sueldos custodiando los documentos o restaurándolos. Pero hay todavía algo mas grave: y es que la “buena voluntad” que debía ser recompensada al PNV por la custodia de los documentos del Gobierno Vasco, terminó el mismo día en que existió de nuevo, un Gobierno Vasco democrático y unas instituciones vascas en Euskadi, que exigieron devolver los documentos que eran suyos. Es decir, me niego a pagar a una Fundación del PNV (que como fundación tiene todos mis respetos), un dinero público por la conservación de unos documentos que debería haber hecho del Gobierno Vasco, más allá de la recompensa que si debían haber recibido por su custodia en situación de necesidad. Pero la necesidad sólo se daba en la dictadura, y los 3 millones se pagan por la conservación en democracia!.
Para empezar, una fundación privada, decidió que tipos de sueldos concedía a los trabajadores que custodiaban. Qué empresa restauraba. Qué presupuestos aceptaba. Y por tanto, el gasto total de la conservación de unos documentos que son de todos, los ha decidido una fundación privada.
Hablar de transparencia, señor Urkullu, es una cortina de humo que pretende alejarnos de lo que realmente es grave:
- Que nos enteremos por la prensa que se dio este dinero. Porque el gobierno vasco anterior no dio ninguna rueda de prensa.
- Que se aceleren los plazos (hasta tres veces más rápido que la media) para conceder un dinero el mismo día que se cambiaba el gobierno
- Que se conceda el 90% del dinero en sueldos y en lo que no tiene que ver con la conservación pura.
- Que encima, se hayan negado a devolver unos papeles que son de todos. Que los hayan querido custodiar ellos y que al final de 30 años de democracia, además se les haya tenido que resarcir lo que económicamente les ha costado mantener el “robo”.
Aquí nadie está en contra de la Fundación, ni nadie quiere dejar de recordar quién custodió los papeles del Gobierno Vasco, que fueron miembros del PNV (de aquellos que lucharon por la república y no de los otros, como nos recuerda Tony Alonso). Aquí de lo que hablamos, es que hubo un Gobierno (el anterior) que no los pidió, y que encima pagó por la conservación de los documentos. Aquí de lo que hablamos es que alguno se está equivocando, y sigue pensando que el Gobierno Vasco es suyo, o que Gobierno Vasco y PNV son lo mismo, y por eso puede custodiarlos la fundación (cuando ni aunque solo estuviese el PNV en el Gobierno Vasco serían del PNV, pero conviene recordar que en aquel gobierno había socialistas, comunistas y republicanos).
Eso, esa gravedad, está por encima de la transparencia que… ¡solo faltaba! Es que aquí no hablamos de que haya una Gürtel, no hablamos de cosas ilegales. Hablamos de cosas inmorales y políticamente incorrectas!
No son los Papeles de Salamanca, señor Urkullu. Porque, aunque yo quiero que los papeles del Gobierno Vasco en Salamanca estén en Euskadi, ese es un conflicto entre administraciones públicas. Aquí, hablamos de una fundación privada, en poder de unos papeles públicos, que dice: "esto es mío y me lo quedo", porque como en casi todo: "tengo el derecho divino a creerme el dueño de todo".
2 comentarios:
Alain, me da que no has llamado ni mucho menos contrastado ciertas informaciones o al menos el por qué de esas afirmaciones.
En primer lugar, que mucha de esa documentación está entremezclada con documentación propia del pnv, y que en algunos casos es difícil decidir a quién debe pertenecer. Estudios para ellos y planes ya estaban encargados, tengo entendido. En cualquier caso, la conservación de todos esos archivos seguro que vale mucho más que eso...
Te sorprende la celeridad? porque a mi no me sorprendería que el psoe diera esa cantidad de pasta estando en el gobierno vasco, aún siendo una fundacion legitima porque cuestionarían un monton de memeces con tal de no dar esas ayudas que estaban en marcha.
Comentar tb que la gente que durante años custodio esos documentos, vio como la gente afin al regimen de franco, entre ellos el Correo español, que tiene la desfachatez de publicar esto, cuando seguro que sabes al pnv le fueron incautadas 3 rotativas, el edificio donde se hacían y el archivo fotográfico.
Por otra parte, algun explicas la cantidad de millones que el gobierno español da a la fundacion pablo iglesias, para organizar expos, jornadas...
Sabes que pasa? que sacais mierda para tapas vuestras debilidades, como que ayer en el gobierno sacaran adelante la enmienda florentino, aunque se me olvidaba que tu tb eres de esos que no lo comparten pero acatan lo que se decida en madrid. lacayos...esto no es un gobierno vasco, es una delegacion del gobierno de españa con competencias autonomicas.
Consulta.
¿Reciben o han recibido dinero público (de cualquier gobierno autónomo, ayuntamiento, diputación, gobierno central, ministerio, etc) las fundaciones Pablo Iglesias o Ramón Rubial? ¿Destinan estas fundaciones parte de ese dinero a sueldos? ¿Guardan documentación a la que se atribuye un interés general esas fundaciones?
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