Os voy a contar una historia:
Érase
una vez un país muy grande, que hablaba portugués, muy maltratado por
el capital, en un continente cuya historia había dividido a los países
en régimenes fascistas en el pasado, y populistas de izquierda radical
en el presente.
En
este país, un líder sindical no radical, logra ganar a la tercera
intentona unas elecciones, y pone a su país en su mejor momento, con una
gran política económica, una gran política social, una gran política
educativa, como hasta entonces no se había hecho nunca. Lo cual, trae
muchos problemas con el capital y con las mafias criminales, pero no con
la sociedad que ve cómo mejora sus condiciones de vida.
Este
presidente, dejó de serlo con una aceptación brutal. Cuando lo dejó,
recomendó una sucesora. Esa sucesora, contra todo un aparato mediático
capitalista, logra ganar para continuar el proyecto. Y continúa con sus
políticas.
Esa
sucesora, una persona de la calle, víctima de la violencia de Estado,
hecha a sí misma, sufre una oposición brutal desde el principio, y una
lucha mediática contra ella muy fuerte.
Contra todo pronóstico, la sucesora, gana las siguientes elecciones, para sorpresa incluso de la prensa internacional.
Casualmente,
al poco de las segundas elecciones, toda la prensa internacional, nos
contaba como si fuese responsabilidad de ella, unas macromanifestaciones
contra la política reformista del gobierno. Casualmente digo, porque
nos vendían como "el pueblo contra ella" cuando acababa de ganar unas
elecciones. La derecha, por supuesto, no tenía nada que ver, era el
pueblo. Ya.
Posteriormente,
o al mismo tiempo, el predecesor, usando su poder mediático, anuncia
que va a intentar refundar el socialismo internacional. No cambiar la
IIª internacional que, por cierto, no vale para nada porque está
circunscrita a los partidos de gobierno socialistas y no a la mejora del
sistema internacional de corte progresista por y para los trabajadores
del mundo, que es por lo que nació la internacional.
Hostias,
un movimiento de trabajadores del mundo, pensado para luchar juntos no
contra el mercado globalizado, sino para que podamos negociar con ellos
en igualdad de condiciones y no nos engañe el mercado globalizado.
Menudo peligro.
Poco
tiempo después, surge los primeros casos de posible corrupción de una
persona de gran proyección internacional. Había que tirar al mito. No
vaya a ser que...
Al
mismo tiempo, el caso de corrupción afectaba supuestamente a todo un
gobierno de la sucesora. Incluida ella. El legislativo, a pesar de estar
fuertemente corrompido, le entró una moralina sin parangón y, decenas
de imputados por otros casos, votaron un impeachment.
Por
ahora, fin de la historia. El proyecto, tanto el de la nación concreta
como el internacional, queda parado sine die. La imagen de los héroes,
manchada como si fuesen los villanos.
El
público internacional, en un contexto de crisis y corrupción
generalizada, ni recuerda la historia, ni tiene piedad con las
sospechas.
Y ahora mis preguntas son:
Si
hago un guión y lo registro, ¿me acusarán de plagio con la realidad?
¿me acusarán de exceso de imaginación? ¿o podré decir, que es una
historia basada en hechos reales?
No hay comentarios:
Publicar un comentario