¿Qué hay que hacer para que se entienda que la libertad no es la anarquía de hacer lo que nos de la gana?
Basauri creo que acierta. ¿Por qué? Porque la licencia es del Ayuntamiento en representación del pueblo. Y para poner una txozna, hay que tener respeto a todos y sobre todo a la inmensa mayoría que no solo no nos gustan las fotos que se ponen, sino que nos parecen un atentado a la razón, una falta de las más graves faltas de respeto.
Unas fotos que, repito, ensalzan a asesinos, y algunos nos quieren hacer ver que lo normal es la libertad de cada uno de enseñar las fotos que les de la gana. Pues no, porque si atentan contra las víctimas, lo que el Estado, en este caso un Ayuntamiento tiene que procurar, es el respeto.
Y el respeto a una víctima está por encima del respeto a que alguien ponga la foto de un asesino. Por que de no ser así, que futuro nos depararía. Y cuando algo es incompatible con lo otro, hay que elegir, y basta ya de elegir no meternos con los violentos, encima con la excusa de que “luego se ponen mas violentos” o que “les damos alas para ser violentos”.
No, el que es violento ya lo es, y busca la menor de las excusas para mostrarlo. A mi, me molesta mas que a ellos ver una foto de un asesino, que lo que les pueda molestar a ellos que le quitemos la foto. Darlo por seguro, y como a mí, a la gran mayoría de la sociedad.
Me molesta mucho más, pero resulta que no soy violento por eso nunca, ni yo ni nadie hemos hecho nada que no sea levantar una voz. Ahora ellos levantan cien voces al unísono en nombre de la libertad, la democracia, como si sus palabras no estuviesen disfrazadas de cinismo. Se hacen oír, y de paso queman unos cuantos coches y contenedores, esa es su táctica.
Pero aquí, el problema más grande, es quien les escucha y les compadece. Todo con el objetivo de deslegitimar la acción del Gobierno Vasco, que ha decidido que se acabaron los espacios de impunidad, por la sencilla razón que es una falta de respeto a toda la ciudadanía demócrata, y en especial a los que han sufrido la pérdida de un ser querido, y sobre todo, porque la ciudadanía, en especial una juventud que sólo está viendo una realidad en sus fiestas, ve como normal lo que, a todas luces no es normal, y ahora les damos una oportunidad para reflexionar.
Eso es lo que garantiza un Estado, que unos se tengan respeto a otros. Y eso es lo que garantiza Basauri con su decisión. Que basta ya de que una minoría violenta, con la excusa de que si no se ponen mas violentos, al final les dejemos todos los espacios.
Basta ya de que la decisión de vanagloriar la violencia pueda ser sometida a la libertad de cada uno. Basta ya de convertir en normal lo que NO es normal.
Que libertad no es anarquía. Que dejar hacer, con la excusa de que la tolerancia cero es un peligro, es la mayor de las perversiones. Que ser tolerante con quien es intolerante, es una pérdida de tiempo. Que tiempo, demasiado, es lo que hemos tenido que aguantarles. Que el aguantarles se ha acabado. Y que lo que acaba es la intolerancia, porque lo que empieza es el respeto y la convivencia.
Basauri creo que acierta. ¿Por qué? Porque la licencia es del Ayuntamiento en representación del pueblo. Y para poner una txozna, hay que tener respeto a todos y sobre todo a la inmensa mayoría que no solo no nos gustan las fotos que se ponen, sino que nos parecen un atentado a la razón, una falta de las más graves faltas de respeto.
Unas fotos que, repito, ensalzan a asesinos, y algunos nos quieren hacer ver que lo normal es la libertad de cada uno de enseñar las fotos que les de la gana. Pues no, porque si atentan contra las víctimas, lo que el Estado, en este caso un Ayuntamiento tiene que procurar, es el respeto.
Y el respeto a una víctima está por encima del respeto a que alguien ponga la foto de un asesino. Por que de no ser así, que futuro nos depararía. Y cuando algo es incompatible con lo otro, hay que elegir, y basta ya de elegir no meternos con los violentos, encima con la excusa de que “luego se ponen mas violentos” o que “les damos alas para ser violentos”.
No, el que es violento ya lo es, y busca la menor de las excusas para mostrarlo. A mi, me molesta mas que a ellos ver una foto de un asesino, que lo que les pueda molestar a ellos que le quitemos la foto. Darlo por seguro, y como a mí, a la gran mayoría de la sociedad.
Me molesta mucho más, pero resulta que no soy violento por eso nunca, ni yo ni nadie hemos hecho nada que no sea levantar una voz. Ahora ellos levantan cien voces al unísono en nombre de la libertad, la democracia, como si sus palabras no estuviesen disfrazadas de cinismo. Se hacen oír, y de paso queman unos cuantos coches y contenedores, esa es su táctica.
Pero aquí, el problema más grande, es quien les escucha y les compadece. Todo con el objetivo de deslegitimar la acción del Gobierno Vasco, que ha decidido que se acabaron los espacios de impunidad, por la sencilla razón que es una falta de respeto a toda la ciudadanía demócrata, y en especial a los que han sufrido la pérdida de un ser querido, y sobre todo, porque la ciudadanía, en especial una juventud que sólo está viendo una realidad en sus fiestas, ve como normal lo que, a todas luces no es normal, y ahora les damos una oportunidad para reflexionar.
Eso es lo que garantiza un Estado, que unos se tengan respeto a otros. Y eso es lo que garantiza Basauri con su decisión. Que basta ya de que una minoría violenta, con la excusa de que si no se ponen mas violentos, al final les dejemos todos los espacios.
Basta ya de que la decisión de vanagloriar la violencia pueda ser sometida a la libertad de cada uno. Basta ya de convertir en normal lo que NO es normal.
Que libertad no es anarquía. Que dejar hacer, con la excusa de que la tolerancia cero es un peligro, es la mayor de las perversiones. Que ser tolerante con quien es intolerante, es una pérdida de tiempo. Que tiempo, demasiado, es lo que hemos tenido que aguantarles. Que el aguantarles se ha acabado. Y que lo que acaba es la intolerancia, porque lo que empieza es el respeto y la convivencia.
2 comentarios:
Este tema ya lo hemos debatido, aunque quería dejar mi opinión sobre el caso de Basauri:
1- el ayuntamiento prohíbe la exhibición de «carteles o pancartas con textos o fotografías de presos de la banda terrorista ETA». Esto atenta contra la libertad de expresión. Un cartel que diga "Euskal Presoak Euskal Herrira" no enaltece el terrorismo, ni otro que diga que se ponganen libertad a los presos con enfermedades incurables. Es más, tampoco lo es uno que critique que un preso lleve 29 años en la cárcel como consecuencia de la aplicación de la doctrina Parot. Una democracia debe asumir estas críticas.
2- Tampoco es apología del terrorismo pedir el fin de la dispersión ilustrándolo con fotos de presos.
3- Una cosa es que estas reivindicaciones nos gusten o no, pero es lo que tiene la democracia, que hay que "soportar" este tipo de mensajes mientras no inciten a la violencia.
Respecto a otras cuestiones que comentas:
1- la libertad de expresión es un derecho reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El respeto a las víctimas no. Moralmente es un deber acompañarlas, pero no una obligación mientras no se ensalcen los crímenes ni la violencia. ¿por qué? Pôrque es la propia víctima la que fija qué significa tenerle respeto, y para unas es una cosa y para otras una bien distinta. Sólo se puede imponer el cumplimiento de la ley, no deberes morales, que son reprebables pero no sancionables.
2- En cuanto a los jóvenes, ¿qué consideras más efectivo? ¿mandar a la Ertzaintza a retirar carteles o desarrollar una educación para la paz basada en el respeto a los derechos humanos y en el fomento de la participación democrática? Porque si la educación para la paz consiste fundamentalmente en retirar fotos no se están trabajando los valores.
Un saludo
http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20090915/vizcaya/admiten-recursos-comerciantes-contra-20090915.html
Basauri, o mejor dicho, la alianza PP-PSE-EE del ayto, no siempre acierta.
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