El Dr. Jekyll y Mr. Hyde

Reconozco que la táctica del PNV no es mala. De hecho, justo la contraria es la que le venía reprochando en los últimos meses. Parece ser (habrá que ver si aguanta), que el PNV ha decidido aprender de los errores de un PP de Rajoy, negacionista por esencia, del NO por el NO, que incluso cae mal, para intentar parecer (o ser) simpático.

Si el PNV le diera por aguantar, como le hemos enseñado los socialistas por cierto que se puede hacer, como oposición responsable y constructiva, pues sinceramente, difícil lo tendríamos para ganar al PNV en las siguientes elecciones (que nunca imposible, porque el Gobierno seguiría siendo el gobierno y quien marca la iniciativa legislativa, además sin excesivo desgaste). Pero insisto, no es una mala táctica la de poner buena cara, la de dejar de deslegitimar el hecho de que otros “osen” usurpar el gobierno que no les corresponde, pero lo parece, por derecho divino, y sobre todo ayudar a legislar Euskadi, aunque en su foro interno lo hagan sólo por demostrar la (supuesta) debilidad del gobierno.

Ahora bien, ellos saben que no pueden estar tres años así, porque entonces le dejarían la oposición a las futuras desaparecidas EA, EB…. Y sobre todo a la izquierda abertzale. Que no es una cuestión que me preocupe, puesto que yo prefiero que no desaparezcan porque creo que tienen su papel ideológico en este país. La cuestión es que sería darles un pulmón nuevo, y es precisamente el PNV el que no quiere eso, puesto que el PNV tiene vocación imperialista y quiere para sí, todo el círculo nacionalista.

Es por eso que la táctica está muy bien, pero el objetivo del PNV es que la rechacemos, y con esto hay que tener cuidado. Es que la rechacemos porque en su esencia, no está el permanecer calladitos y ayudar a este gobierno. Bienvenido sería. Pero insisto no está en su esencia.

Su esencia es esa, ofrecer un pacto hoy, con la cara buena de Urkullu, pero el día anterior la cara menos amable, la de Egibar, metiéndose con el Lehendakari hasta la saciedad, diciendo aquello de ir en contra del Pueblo vasco, que es un concepto mucho anterior (y por tanto mejor, supuestamente) que el de ciudadanía. Egibar demostró por cierto, que prefiere un régimen absolutista de la Edad Media, que una democracia cuyo concepto principal sea el de ciudadanía por delante de pueblo. Menudo, el Señor de Gipuzkoa. Pero ese es otro tema.

Su esencia es la cara amable de Urkullu por la mañana, ofreciendo el pacto, pero se repite la misma transformación con Ortuzar a la tarde, pocas horas después del ofrecimiento, cuando solo hemos mostrado nuestro respeto por el ofrecimiento, que diga que López rechaza el ofrecimiento de la mano tendida porque somos reenes del PP.

El caso es que la esencia del PNV, lo que es, de facto, va a ser su táctica durante los próximos tres años. Ya lo fue en el Gobierno, pero ahora se va a ver con mayor intensidad. Por la mañana serán el Doctor Jekyll, pero por la tarde morderán como Mr. Hayde. Al día siguiente se levantarán como Bruce Banner, y por la tarde se convertirán en Hulk (que además es verde).

Y es por eso por lo que, mi opinión, es que con el PNV hay que negociar los grandes cambios para este país, pero el PNV tiene que respetar quién tiene la iniciativa legislativa. Con el PNV habrá que llegar a acuerdos y a desacuerdos, pero aquí leales, entiendo yo, somos todos, y lealtad, no pasa nada por decirlo, hay que tenérsela a quien hoy nos garantiza mayor estabilidad parlamentaria que el PNV, que es el PP, y repito, no pasa nada por decirlo. Porque no somos reenes del PP, somos leales con quien tenemos un pacto. Pacto al que por cierto, pueden suscribirse ustedes también, porque es bien sencillo, es luchar contra los excesos que, naturalmente, han aparecido con sus 30 años de gobierno.

Desde luego, la inestabilidad tanto del Doctor Jekyll como del Doctor Banner… no es lo mejor para este país, gobernado por los socialistas. Porque si lo bueno es la estabilidad, no es bueno pactar con quien hoy te abanica y mañana no puede mantener ese pacto porque aparece su cara verde, su menos amable, que es incapaz de dar agua al enemigo.

Lo que no quita para que la mano siga tendida, insisto, no es incompatible. Nosotros también les ofrecimos un pacto, adiheranse. La legislatura está abierta. Y lo bueno del pacto con el PP, es que es un pacto abierto. Y eso es bueno en democracia, que hoy pueda pactar en el parlamento con los grupos de izquierdas, mañana con el PP y al otro con el PNV, e incluso que la oposición pueda, como en el pasado, pactar contra el gobierno para obligarle a actuar en un sentido u otro.

Pactos estables... para quien sea estable ;)