Estamos asistiendo a un hecho insólito. En estos momentos somos exportadores de talento. Estamos formando personas en los ámbitos universitarios y de la formación profesional que, por diferentes motivos, no consolidan su vida profesional en Euskadi, (demasiados jóvenes se van cada año de Euskadi a buscar empleo cualificado a otras zonas de España), mientras que esta circustancia ocurre con muchísima menos intensidad a la contra.
Resulta por lo tanto imprescindible activar políticas para, por un lado retener el talento y, por el otro, atraer personas de fuera que aporten sus conocimientos a nuestra sociedad, universidades, centros de investigación y empresas.
Si queremos tener una política de innovación eficiente, ésta es una de las prioridades. Y desde luego retener el talento va a ser mi prioridad.
Creo firmemente que un país pequeño como Euskadi, no puede diseñar su futuro con garantía de competitividad, si quienes están destinados a investigar, a innovar, a crear, aproducir, abandonan su tierra porque lo que se les ofrece es poco atractivo.
Por eso quiero comprometerme con esos miles de jóvenes vascos, que han dedicado y dedican muchas horas de su vida a formarse, a recibir conocimiento y experiencia, y que después tienen que mirar hacia otras comunidades autónomas o hacia otros países de la Unión Europea para encontrar un futuro que no encuentran en Euskadi.
A ellos les digo que su futuro se llama Euskadi. Y me comprometo con ellos a que, antes de que transcurran 6 meses desde que terminen sus estudios, tengan una oferta de empleo en Euskadi, nunca con una duración inferior a un año, con el objetivo de que sigan formándose y adquiriendo conocimientos aquí, donde les necesitamos.
Para ello, me comprometo a crear un programa donde empresas, centros educativos (bien sean de FP o Universidades) e Instituciones Públicas (Gobierno Vasco y Diputaciones Forales), sean capaces de diseñar un itinerario de inserción laboral para estos jóvenes.
Además, debemos desde ahora mismo alinear nuestra política educativa y de formación continua a los nuevos retos que se nos presentan como sociedad dentro de un mundo cada día más integrado.
En otras palabras, debemos dar la importancia real a lo que realmente es importante y priorizar políticas que contribuyan al desarrollo del país sobre otras que en muchos casos excluyen en vez de integrar.
Resulta por lo tanto imprescindible activar políticas para, por un lado retener el talento y, por el otro, atraer personas de fuera que aporten sus conocimientos a nuestra sociedad, universidades, centros de investigación y empresas.
Si queremos tener una política de innovación eficiente, ésta es una de las prioridades. Y desde luego retener el talento va a ser mi prioridad.
Creo firmemente que un país pequeño como Euskadi, no puede diseñar su futuro con garantía de competitividad, si quienes están destinados a investigar, a innovar, a crear, aproducir, abandonan su tierra porque lo que se les ofrece es poco atractivo.
Por eso quiero comprometerme con esos miles de jóvenes vascos, que han dedicado y dedican muchas horas de su vida a formarse, a recibir conocimiento y experiencia, y que después tienen que mirar hacia otras comunidades autónomas o hacia otros países de la Unión Europea para encontrar un futuro que no encuentran en Euskadi.
A ellos les digo que su futuro se llama Euskadi. Y me comprometo con ellos a que, antes de que transcurran 6 meses desde que terminen sus estudios, tengan una oferta de empleo en Euskadi, nunca con una duración inferior a un año, con el objetivo de que sigan formándose y adquiriendo conocimientos aquí, donde les necesitamos.
Para ello, me comprometo a crear un programa donde empresas, centros educativos (bien sean de FP o Universidades) e Instituciones Públicas (Gobierno Vasco y Diputaciones Forales), sean capaces de diseñar un itinerario de inserción laboral para estos jóvenes.
Además, debemos desde ahora mismo alinear nuestra política educativa y de formación continua a los nuevos retos que se nos presentan como sociedad dentro de un mundo cada día más integrado.
En otras palabras, debemos dar la importancia real a lo que realmente es importante y priorizar políticas que contribuyan al desarrollo del país sobre otras que en muchos casos excluyen en vez de integrar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario