Están los medios revolucionados con la renuncia de María San Gil a firmar la ponencia política del PP.
Los medios, sean de izquierda o derecha, deseosos de carne de cañón, están atacando, defendiendo que “algo gordo tiene que haber pasado para la renuncia de alguien tan querida en el seno popular”
Pero, entremos al debate político del asunto, y no morboso por las rupturas de partido. ¿Qué razón ha podido tener esa “gran personalidad” para renunciar? Lo más obvio, sería el supuesto “acercamiento” del PP a los nacionalistas de signo democristiano, o mejor dicho, una ausencia de beligerancia contra el nacionalismo, al menos como hasta ahora lo hemos vivido.
Y María San Gil, esa “gran personalidad” se ha ido. Y hoy Basagoiti ha dicho que “bastante se juega la vida uno aquí para que no le hagan caso”, como si la razón de tu “gran personalidad” fuera ser sólo víctima del fanatismo, y como si por tanto, te tuvieran que hacer caso, como si tu gran personalidad adquirida por esa desgracia, te hiciera saber qué es mejor para la relación con los partidos políticos de-mo-crá-ti-cos.
Porque esto es lo que me parece grave: que el único motivo por el que María San Gil hace política en Euskadi, no es porque tenga un proyecto para construir este país de una forma diferente, no. Su única razón para hacer política, es su odio a los socialistas (demostrado durante cuatro años), como respuesta a su todavía mayor odio (pero no es su objetivo sacar votos de ahí) a los nacionalistas.
Y eso, para quien se dice demócrata, y de quien se dice “gran personalidad” deja mucho pero que mucho que desear…
Los medios, sean de izquierda o derecha, deseosos de carne de cañón, están atacando, defendiendo que “algo gordo tiene que haber pasado para la renuncia de alguien tan querida en el seno popular”
Pero, entremos al debate político del asunto, y no morboso por las rupturas de partido. ¿Qué razón ha podido tener esa “gran personalidad” para renunciar? Lo más obvio, sería el supuesto “acercamiento” del PP a los nacionalistas de signo democristiano, o mejor dicho, una ausencia de beligerancia contra el nacionalismo, al menos como hasta ahora lo hemos vivido.
Y María San Gil, esa “gran personalidad” se ha ido. Y hoy Basagoiti ha dicho que “bastante se juega la vida uno aquí para que no le hagan caso”, como si la razón de tu “gran personalidad” fuera ser sólo víctima del fanatismo, y como si por tanto, te tuvieran que hacer caso, como si tu gran personalidad adquirida por esa desgracia, te hiciera saber qué es mejor para la relación con los partidos políticos de-mo-crá-ti-cos.
Porque esto es lo que me parece grave: que el único motivo por el que María San Gil hace política en Euskadi, no es porque tenga un proyecto para construir este país de una forma diferente, no. Su única razón para hacer política, es su odio a los socialistas (demostrado durante cuatro años), como respuesta a su todavía mayor odio (pero no es su objetivo sacar votos de ahí) a los nacionalistas.
Y eso, para quien se dice demócrata, y de quien se dice “gran personalidad” deja mucho pero que mucho que desear…
1 comentario:
Ya se que no viene al caso, pero como siempre habláis de euskotemas y no de economía quería decirte que antes de las eleccions Clos prometío una subida de la factura eléctrica paralela al IPC y el CNE pide una del 20%.
Al final a los visionarios y locos del tema energético no se nos va tanto la pinza
A ver donde están ahora los anonimos que iban tanto de listos en el otro blog
Saludos
PNES
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