Cuando un amigo se va, te das cuenta que lo urgente, no debe ser lo importante, te das cuenta que nunca lo fue.
Esta frase que podría parecer filosófica, de las típicas frases que incluso ni siquiera te crees, ¿sabéis qué? Que es la verdad.
Que los pasilleos, los malos rollos, las discusiones sin solución, nunca merecen la pena. Que cuando la enfermedad o la desgracia inesperada toca la puerta de tu casa, y más en este caso con 27 años, frenas y dices, "anda, si resulta que no era tan importante".
Me llevo los recuerdos buenos de una relación que empezó hace 9 años, que tuvo sus altibajos, todo por el hecho de compartir la condición de "cabezones" de nuestras propias posiciones, y que el viernes antes de un congreso que ibamos a compartir, se terminó desgraciadamente para siempre, salvo en nuestra memoria, donde siempre descansará.
Hasta siempre David Martínez Notario.
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